Si pudiéramos observar el interior de una colmena, veríamos cómo las abejas dan vueltas entre los bastidores o cuadros de la colmena, entrando y saliendo de ella. Las abejas se guían por medio de sentidos muy especializados, que les permiten efectuar sus labores vitales para sobrevivir en su comunidad
En las siguientes lecciones, estudiaremos cómo y cuáles sentidos intervienen en sus diferentes actividades, tanto dentro de la colmena como fuera de ella.
El sentido del olfato de la abeja, es de gran importancia durante su vida, debido a que no sólo les ayuda a localizar y buscar su alimento en la naturaleza, si no además, para reconocer a los miembros de la colonia y el contenido de los panales, ya que el interior de la colmena está en completa oscuridad.
El sentido del olfato de la abeja se localiza en las antenas, donde desempeña su función sin que los olores propios les afecten.
Las abejas no pueden ver a gran distancia un campo de flores, pero con su olfato se guían para obtener su alimento( polen y néctar). Para comprobar esto, se hizo un experimento que consistió en espolvorear harina en el cuerpo de la abeja para disminuir su visibilidad. Las abejas guidas por su olfato localizaron la flora, recolectaron néctar y regresaron a su colmena.
Las abejas distinguen a cierta distancia el olor característicos de cada una de las especies de flores, debido a lo desarrollado del sentido del olfato.
Para comprobar si el olfato de las abejas es el que las guía hacia su alimento, el Profesor Carl Von Frisch realizó el siguiente experimento:
· Colocó en línea diez cajitas del mismo color, tamaño y con un agujero redondo en frente.
· En el interior de dos de las diez cajitas, colocó en una rosa y en la otra un platito con miel.
· Algunas abejas curiosas, no tardaron en encontrar las cajitas localizando con su olfato la que contenía la rosa y la miel.
· Las primeras abejas, avisaron a las demás donde se encontraba las cajitas con la rosa y la miel, volando velozmente hacia la que contenía miel para recolectar.
· Para averiguar cuál olor era más fuerte, colocó la rosa en otra cajita; las abejas siguieron el olor de la rosa y no descubrieron la miel.
En otro experimento, se colocaron seis cartones de color gris y encima de estos, seis platitos; tres con jarabe de azúcar y una gotita de perfume de menta; dejando las demás vacías. Después de algún tiempo, las abejas encontraron su alimento junto al olor de menta. Después se quitó el alimento, dejando sólo el olor a menta, llegando las abejas en busca del jarabe guiadas por el olor.
Poco después, a varias abejas se les cortaron las antenas y se repitió el experimento, observando que las abejas volaban desconcertadas alrededor de los platitos, pero como no podían percibir el olor, se guiaron con sus ojos en busca de alimento.
Las abejas perciben olores desagradables, que les puede quitar el apetito cuando se mezclan sus alimentos.
Cada colmena tiene un olor característico que segregan las abejas obreras de sus glándulas odoríferas, siendo por esto, que advierten la presencia de un individuo extraño en la colmena. Las abejas obreras se encargan de cuidar las piqueras o entrada de la colmena y sólo dejan pasar a las abejas obreras adultas que tienen el olor característico de su colonia, no perimiéndoselo a aquellas que no huelan igual, porque pueden ser una amenaza para su hogar.
La abeja reina despide un olor propio, si tomamos con los dedos una abeja reina fecundada, los dedos nos quedarán impregnados de su olor que atraerá a las abejas obreras sobre nuestra mano. Si una reina extraña entra a una colmena, inmediatamente será reconocida por su olor peculiar y será atacada por las abejas obreras o la reina, hasta matarla.
El sentido del olfato en las abejas tiene lugar muy importante en su vida, ya que lo utilizan en muchas de las actividades que realizan.
FUENTE:
Guía de estudio, educación tecnológica apicultura .Impreso y hecho en Méxic:Primera impresión 1987.